Al Dar la Medianoche


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Katarina es una princesa de lo más inusual. Siempre está escapándose del palacio, le encanta llevar ropa masculina, y está decidida a no casarse nunca con ningún príncipe. Una noche conoce a una chica de lo más misteriosa y decida que, si se casa, será con ella. Aunque la chica no se deja ver por el día y siempre huye justo al sonar las campanas de medianoche...

Formato: 14x21cm
Encuadernación: Tapa blanda, con solapas
Páginas: 114

Avisos de contenido
Matrimonio forzado, homofobia (implícita), transfobia (implícita), malgenerización de un personaje trans

Este libro es el resultado del 1º premio en el III Concurso Literario LGTBI de la Concejalía de Igualdad y LGTBI de La Laguna. Aunque actualmente no está disponible para su distribución en tiendas, puedes ponerte en contacto conmigo si quieres hacerte con una copia.

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Noche

Busco tu rostro entre la gente que ríe y grita, la música que suena en la distancia, el viento que me despeina. Siento que me congelo. Entonces tu mano toca la mía. Me sonríes. Y entre las luces de neón, veo estrellas en tus ojos.
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El camino a casa

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La Última Noche

Cuando rodeo tu mano con mis dedos me doy cuenta de que ambas estamos temblando. Tú, tan cálida bajo mi tacto, me correspondes el gesto. Ninguna de las dos nos miramos, pero puedo intuir la luz que tienen tus ojos en mis propios huesos. Busco tu cuerpo con mi otra mano. Pronto encuentro tu rodilla, posada contra el suelo. Continúo el camino hasta dar con tu barbilla, y finalmente tus mejillas. Alzo la cabeza para mirarte, mientras con mi pulgar acaricio el rostro que las lágrimas han dejado en tu piel. Tú suspiras y me aprietas la mano. Nuestros ojos finalmente se encuentran. En la oscuridad de tu habitación, donde compartimos nuestro primer beso, puedo ver el brillo de tu mirada como si fuera la misma luna. Sonríes, pero sé que solo lo haces por mí. Te devuelvo la expresión, porque quiero que veas que lo que siento es verdad. Que jamás me arrepentiré de haber seguido mi corazón, y de haber caído hasta tus brazos. Necesito que entiendas que mi vida antes de amarte, de saber que podía a...
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